Colina de Bollenberg - Historia y leyendas

Westhalten

En la época céltica, la fecha de las fiestas religiosas era determinada por la posición de la salida del sol situada en la alineación de ciertas montañas. Estas fueron denominadas a partir del radical del dios galo “Belenos”. Así, la alineación Bollenberg, sol naciente se efectuó el 2 de febrero, el día de la Candelaria y de la fiesta céltica de Imbolc. Mas tarde los romanos se instalaron allí.
En el siglo VI-VII, una iglesia dedicada a santo Martín fue construida allí. Este santuario sirvió para los pueblos de Bergholtz, Orschwihr, Soultzmatt, Westhalten, Rouffach, Pfaffenheim y Gundolsheim. Allí descubrimos sarcófagos merovingios actualmente dispuestos en el Museo Urterlinden de Colmar.
Alrededor de esta iglesia todavía se acogía en el siglo XII un mercado importante y regional. Poco a poco, los municipios dejaron el lugar, salvo Orschwihr que la conservó como iglesia parroquial hasta 1550.
Solo las procesiones vendrían mas tarde para despertar estos lugares. La iglesia fue vendida como bien nacional en 1792 y luego fue totalmente destruida en 1838.
Hasta 1632, Bollenberg pertenecía a los Señores de Bollwiller. Estos pretendían volver a levantar su origen de un castillo que habría existido sobre esta colina.
Por encima de Orschwihr se levanta la capilla de la Santa Cruz. Los numerosos exvotos fueron colgados allí. Por último, esta colina es conocida como un antiguo lugar de encuentro de las brujas. Es a menudo citada en el momento de los procesos de brujería de Rouffach.
En la noche del 14 al 15 de agosto, Bollenberg hace un teatro de un ritual que atrae a numerosos peregrinos de toda la región. La capilla Santa Cruz, también llamada “capilla de las brujas”, es iluminada por el célebre “Haxafir” (Fuego de las Brujas). Los quintos de Orschwihr queman a la bruja sobre una hoguera espectacular. Innumerables leyendas rodean el lugar; una “Dama blanca” habría aparecido sobre este antiguo lugar de culto.